Jamás habría pensado que viviría una situación como la que está ocurriendo en el mundo: la pandemia del coronavirus. Nos está tocando vivir tiempos difíciles y tenemos que ser más fuertes que nunca para superar este problema que nos afecta a todos.
No os mentiré: me siento triste e impotente, me emocionan las muestras de cariño hacia todos los que están arrimando el hombro y a veces me desespero pensando en el tiempo que tenemos que estar encerrados. Pero... estamos aquí para intentar distraernos y poner un poco de positividad al momento que estamos sufriendo. Así que hoy os voy a enseñar cómo reciclar un bote de leche de plástico.
Normalmente usamos muchos botes y recipientes de plástico en nuestra vida diaria y aunque lo ideal sería reducirlos progresivamente hasta hacerlos desaparecer, de momento los vamos a ir reciclando y haremos unos bonitos pendientes. Muy fácil y rapidísimo de hacer. ¿Queréis verlo?
- un bote de leche
- tijeras
- lima
- laca de uñas
- una chincheta
- cadena
- dos anillas para pendientes
- ganchos de pendientes
- un palito de brocheta
- un cuenco
- agua templada
- film de plástico
Lo primero que haremos será cortar la forma que más te apetezca que tenga tu pendiente.
A continuación limamos los bordes para que queden lisos.
Después con la chincheta haremos el agujero para meter nuestra anilla y sujetar el pendiente.
Una vez hecho esto, cubriremos el cuenco con el film de plástico y lo llenaremos de agua templada. Le iremos echando dentro los colores de lacas de uñas tal y como nos apetezca.
Ahora introducimos el palo de la brocheta por el agujero del pendiente y lo "pintamos".
Dejamos secar 24 horas y finalmente montamos el pendiente.
Y hasta aquí por hoy. Espero haberos entretenido un ratito y os deseo muchísima salud y mucho ánimo.
¡Hasta el siguiente post!
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