A diario consumimos muchos botes de verduras, conservas, botellas de todo tipo, frascos de mermeladas, etc. que son de vidrio y que afortunadamente hemos aprendido a gestionar en centros de reciclaje. De esta forma, conseguimos mantener el medioambiente más limpio, reducimos la contaminación mundial, disminuimos los residuos y obtenemos materias primas para producir otras nuevas.
¡¡¡No os asustéis!!! No vengo a daros una charla sobre el reciclaje, sólo os voy a enseñar tres formas de reciclar botes de vidrio, para quienes como yo os gusta aprovechar esos recursos de andar por casa.
Como siempre usaremos materiales caseros, sin necesidad de comprar ni de hacer complicada la tarea.
¿Qué necesitamos?
- botes de vidrio de todo tipo, tamaño o color.
- pintura acrílica del color que deseéis
- laca de uñas
- tela de colores
- tela de arpillera
- lazos
- encajes
- pistola de silicona
¿Cómo lo hacemos? ¡¡Atentos!!
Vertemos un poco de pintura acrílica dentro del tarro de vidrio y vamos extendiéndola por todo su interior. Hay que tener paciencia para rellenar todo el fondo así que lo haremos dando golpecitos en el tarro en todas las direcciones.
Hay que dejar que seque por lo menos un día completo y si después nos apetece decorarlo, usaremos la laca de uñas para hacer pequeñas flores por el exterior.
También podemos pintar directamente con la laca de uñas, escribiendo algún mensaje o cualquier cosa que se nos ocurra.
Para decorar con tela de arpillera, cortamos un trozo que quede en el centro del tarro. Si no tenéis tela de arpillera, también vale que uséis lazo extraancho.
Después lo vamos pegando con la pistola de silicona con cuidado que no se vea demasiado la silicona. Si nos han quedado grumos o hay una parte que no ha quedado muy bonita, siempre podemos terminar pegando un lazo para tapar esa imperfección.
Aquí, escogemos un trocito de tela que nos encaje donde lo vamos a situar. Para ello hay que medir con la cinta métrica.
Después, pegamos este trozo en la zona deseada y por último tapamos por donde quedan los hilos sueltos con lazo. Para todo ello nos ayudaremos de la pistola de silicona.
Y hasta aquí el post de hoy, que como habéis visto es fácil, rápido y sin gastar prácticamente dinero. Podemos usar los tarros como portavelas que es lo que he hecho yo con la mayoría, pero también para todo lo que se os ocurra, como tarros de almacenaje, como los antepenúltimos de la foto.
Si os animáis, contadme que tal os ha ido y si queréis preguntarme cualquier duda o sugerencia la aceptaré encantada.
¡Hasta el siguiente post y feliz semana!
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