Recuerdo aquel día como si fuera hoy.... Acabábamos de ir a comprar al supermercado cuatro cosillas que necesitábamos y nada más llegar al coche las tiré encima del asiento de atrás, sin darme cuenta de donde las dejába.
Nos fuimos a comer y al volver al coche abrí la puerta y oh, ohhhhhh ¡¡¡TRAGEDIA!!!
Que el tapón del quitaesmalte estuviera un poco abierto y nos dejara olor a acetona durante una semana no fue nada comparado con el desastre que lié. El líquido cayó sobre una cazadora de polipiel que teníamos doblada y la quemó literalmente.
Lo sé, no tengo remedio. Soy patosa por naturaleza y está tatuado en mi información genética, así que tengo que convivir con ello.
Lo peor fue que la cazadora no era mía, sino de mi señor marido, que no terminaba de creerse lo que acababa de pasar.
Cuando me pasa algo así, intento buscar soluciones antes de bajar a todo el santoral del cielo y desesperarme por no haber hecho las cosas bien. Y vosotros os estaréis preguntando qué soluciones podía haber... Básicamente, se pueden resumir en dos:
Lo peor fue que la cazadora no era mía, sino de mi señor marido, que no terminaba de creerse lo que acababa de pasar.
Cuando me pasa algo así, intento buscar soluciones antes de bajar a todo el santoral del cielo y desesperarme por no haber hecho las cosas bien. Y vosotros os estaréis preguntando qué soluciones podía haber... Básicamente, se pueden resumir en dos:
- tirar la cazadora o
- tunearla
Y no os tengo que contar qué hice ¿verdad?
Estuve pensando en varias opciones pero la que más me convenció fue la de coser unos parches. Y tuvimos suerte que en la última visita por el famoso barrio madrileño Malasaña, nos encontramos un montón de tiendas de esas que tienen de todo y allí conseguimos los materiales para customizar la cazadora.
Este tipo de parches suelen plancharse para que la parte adhesiva se pegue con el calor a la prenda. Pero como la tela era polipiel y no la podíamos planchar, lo mejor era coser con puntadas pequeñas estos parches.
Si os veis escasos de ideas os dejo unas fotillas para que os inspiréis un poquito.
¿Que hicimos? Compramos varios parches, los pusimos encima de la mancha y tratamos de tapar el máximo posible de tela estropeada. Después los fui cosiendo con una aguja un poco gruesa sobre la cazadora y voilá!!!!!! Recuperamos una prenda casi nueva y le dimos un toque muy personal. No habrá dos iguales y además, le imprimimos mucha personalidad. Os dejo las fotos para que veáis el resultado.
¿Os ha gustado la idea?
¿Se os ocurre alguna otra solución para este desastre? Espero vuestros comentarios.
Hasta el próximo post y feliz día.
Hasta el próximo post y feliz día.
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