Si alguna vez tuviera mucho mucho tiempo libre, me apuntaría a clases de alfarería. Eso de amasar hasta convertir el barro en piezas de artesanía me flipa un montón.
En realidad no sé de donde me viene esta curiosidad. Quizá de ver la película Ghost un millón de veces jajajajaja o quizá las ganas que tenía de apuntarme cuando era pequeña a los talleres que impartían delante de mi casa... Claro, esto no podía quedarse así, tenía que saciar de algún modo esta inquietud.
En el post de hoy os enseño como hice unos platos artesanales con arcilla de secado al aire. Si, lo sé, no es lo mismo. Es lo más parecido que encontré así que quería compartirlo con vosotros.
Como siempre es un Diy facilón y muy entretenido. Si tienes curiosidad en este tema, te animo que pruebes, total un paquete de pasta no supera los 5 € así que la pérdida tampoco es grande. ¡¡¡¡Ponte manos a la obra!!!!
- Un paquetito de arcilla de secado al aire
- cuencos, vasos o bocales de distinto tamaño
- agua
- una tapa de un bote
- un rodillo de amasar (también vale un vaso de tubo)
- palitos de brochetas
- esmaltes de colores
- sellos
Lo primero que hay que hacer es abrir el paquete, cortar la parte que vayamos a utilizar y el resto guardarla. Esto es muy importante porque dejar la pasta abierta hará que se nos estropee y no podamos usarla más adelante. Si no la necesitas toda, envuélvela en papel film y después guárdala en un tupper para otra ocasión.
La pasta la compré en Tiger pero seguro que la encontráis en papelerías, tiendas de manualidades, etc.
Una vez que tengamos la porción que vayamos a usar la amasamos hasta ablandarla. Podemos ayudarnos del rodillo o en su lugar de un vaso o un utensilio alargado.
Cuando tengamos formado un círculo de pasta será cuando usemos los recipientes redondos o cuencos, bien para darle forma, o bien para acotar el tamaño.
Primero corté la pasta usando el cuenco a modo de cortador de galletas.
Después, cogí el cuenco (que tiene formas geométricas como apreciáis en las fotos) y le di la vuelta. Después puse la lámina de pasta sobre él y apreté para fijar los huecos y hacer un plato texturizado.
Para afinar los bordes, sólo tenemos que usar un poco de agua y lo pasamos hasta alisar el contorno.
Este es un ejemplo que os he enseñado. Pero hice más y os los enseño.
En el siguiente caso, usaremos la tapa de un bote, un tarro o lo que tengáis por casa. Después de tener amasada y estirada la pasta, cortamos con la tapa. Alisamos con agua el contorno.
Podemos dejar el miniplato así tan cual o bien aplicar los sellos para marcarlos por dentro. Haremos distintos tamaños y distintas formas.
A continuación dejamos secar 24 horas como mínimo. Yo esperé un poquito más, os recomiendo dejarlos dos días.
Y ahora vamos a pintar los platitos. Para ello, llenamos un cuenco, tupper o lo tengáis más a mano con agua tibia y echamos los esmaltes de uñas. Repetimos el mismo proceso de marmoleado que os enseñé en este post.
Después de introducir cada plato en el cuenco de pinturas hay que esperar a que seque y luego ya podemos usarlos.
¿Os ha gustado?
¿Qué os ha parecido?
¿Alguien en la sala con las mismas inquietudes alfareras que yo?
¡¡Hasta el siguiente post y que tengáis un feliz día!!
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